
Noticia curiosa sobre La Puebla de Cazalla (IV): unos moriscos gitanos en el siglo XVIII


Desde que tenemos memoria, los actuales habitantes de La Puebla de Cazalla siempre hemos convivido —y con bastante armonía, por cierto— con un grupo más o menos numeroso, aunque siempre minoritario, de personas gitanas, mientras que la inmensa mayoría de la población ha estado compuesta por payos, o, como se decía años atrás, “castellanos”. Esta realidad responde a un esquema sociológico similar al de los pueblos de nuestro entorno.
¿Cuándo llegaron los gitanos a nuestra localidad?
Sobre este punto, podemos señalar que “es imposible fijar con certidumbre la fecha exacta de su primera aparición en España, pero es razonable presumir que fue a comienzos del siglo XIV, ya que en el año 1417 numerosos bandos entraron en Francia, procedentes del noroeste de Europa, y rápidamente se desparramaron por la mayor parte de aquel país” (pág. 44), según nos relata George Borrow en su libro Los Zíncali.
Mucho más concreta es la datación ofrecida por Esteban Agulló Tomás en su obra Erradicación del chabolismo e integración social de los gitanos en Avilés (pág. 24), donde afirma que “López de Meneses localizó un documento que establece la llegada a España de personas pertenecientes a la etnia gitana en 1415; en él se recoge una cédula otorgada por el príncipe Alfonso a beneficio de Tomás Sabba, peregrino a Santiago de Compostela. El propio Alfonso el Magnánimo concederá cartas de paso en 1425 a un jefe gitano”.
Uno de estos documentos es el salvoconducto otorgado en Zaragoza en enero de 1425 por Alfonso V de Aragón, el Magnánimo, a favor del duque Don Johan de Egipte Menor. Un fragmento dice así:
“Como nuestro amado y devoto don Juan de Egipto Menor, que con nuestro permiso ha de ir a diversas partes, entiende que debe pasar por algunos de nuestros reinos y tierras, y queremos que sea bien tratado y acogido, a vosotros y cada uno de vosotros os decimos y mandamos expresamente y desde cierto conocimiento, bajo pena de nuestra ira e indignación, que el mencionado don Juan de Egipto y los que con él irán y lo acompañarán, con todas sus cabalgaduras, ropas, bienes, oro, plata, alforjas y cualesquiera otras cosas que lleven consigo, sean dejados ir, estar y pasar por cualquier ciudad, villa, lugar y otras partes de nuestro señorío a salvo y con seguridad, siendo apartadas toda contradicción, impedimento o contraste”.

Una vez en la península, los gitanos se asentaron preferentemente en Andalucía, algo lógico en una época coincidente con el desalojo del último poder musulmán en la región. Posteriormente, esta zona recibió población procedente de otros reinos peninsulares con el fin de repoblarla, tras el extrañamiento y reparto de los moriscos nazaríes hacia Castilla en torno a 1500. Esta fecha coincide también con la otorgación de la carta-puebla y la consiguiente fundación de La Puebla de Cazalla.
¿Significa esto que los gitanos estuvieron presentes en La Puebla desde su fundación?
Tal vez no desde el primer momento, pero es muy probable que se establecieran en nuestra localidad poco tiempo después. Otra cuestión, claro está, es la dificultad para rastrear y documentar esta presencia con fuentes escritas. En este sentido, sería interesante indagar —de cara a un futuro artículo— en los libros de Cuentas de fábrica, editados por el historiador y paisano D. José Cabello Núñez, auspiciado por la Hermandad de la Borriquita.
Por el momento, sí contamos con una alusión directa a la presencia de gitanos en La Puebla durante el siglo XVIII. Aunque breve y carente de detalles sobre nombres, oficios u otras circunstancias, resulta valiosa como testimonio documental. Esta referencia se encuentra en el Libro de la gitanería de Triana y dice lo siguiente:
“En el año 34, la Justicia de La Puebla de Cazalla aprehendió a tres mozos gitanos en un baile, sin otra causa alegada que debían servir a las Armas y que había que limpiar el pueblo de gente perniciosa que no cometieran insultos” (sin paginar, parágrafo 20).
Esta noticia refleja también la dura represión que los gitanos sufrieron durante siglos en España. Como se indica en la cita, fueron detenidos para ser enviados a la fuerza al ejército real, una obligación que no recaía sobre el resto de la población. Poco después, en 1749, tendría lugar una de las persecuciones más devastadoras: la llamada Prisión General de los Gitanos, durante el reinado de Fernando VI, que llevó a galeras a los hombres y encarceló a mujeres y niños, únicamente por su etnia. No sería hasta 14 años más tarde, ya bajo el reinado de Carlos III, cuando se concedió un indulto parcial, aunque para entonces muchos ya habían muerto.
“Gitanos y payos —moriscos todos— venimos conviviendo en La Puebla de Cazalla al menos desde el siglo XVIII, en una relación de mutua influencia cultural que sigue viva hasta hoy.”
¿Y en tiempos más recientes?
Todo indica que la presencia gitana en La Puebla ha sido una constante durante los últimos siglos, aunque aún queda por investigar y definir con precisión. Contamos con familias gitanas moriscas desde tiempos inmemoriales, como los Manané, los Torrecitos o los Calentitos.
Más recientemente —aunque sin confirmación documental— se dice que el doctor D. Pablo Bracero Monge, quien fue alcalde de La Puebla a finales de los años 60 y comienzos de los 70, trajo a varias familias gitanas para la recogida de la aceituna en sus fincas. Posteriormente, estas familias se instalaron en el barrio de la Fuente Vieja, y sus descendientes serían quienes hoy ocupan el asentamiento actual junto a la carretera de Villanueva de San Juan.
Así pues, gitanos y payos, o gitanos y castellanos —moriscos todos— venimos conviviendo en La Puebla de Cazalla al menos desde el primer tercio del siglo XVIII, aunque lo más probable es que esta convivencia comenzara incluso antes. Se trata de dos comunidades con sus respectivas peculiaridades culturales, que se han influido y enriquecido mutuamente a lo largo del tiempo.
Desde el Blog Morisco, deseamos que esta seña de identidad de nuestro pueblo continúe viva durante muchos años más.
Fuentes consultadas:
AGULLÓ TOMÁS, E. Erradicación del chabolismo e integración social de los gitanos de Avilés. Ed. Ayuntamiento de Avilés, Asturias, 2004.
BACHILLER REVOLTOSO. Libro de la gitanería de Triana de los años 1740 a 1750 que escribió el bachiller Revoltoso para que no se imprimiera. Ed. Coria Gráfica, Sevilla, 1995 (ed. facsímile).
BORROW, G. Los Zíncali. Los gitanos de España. Ed. Portada, Sevilla, 1999.
DE LUNA, J. C. Gitanos de la Bética. Ed. Universidad de Cádiz, 1989.