
De La Puebla de Cazalla a los Alpes: un morisco vuela alto

Hoy compartimos con vosotros un artículo que nos envía un vecino de La Puebla, relatando su reciente escapada a los Alpes para practicar vuelo libre en parapente, una experiencia que va mucho más allá del deporte.
“Volar en los Alpes ha sido una experiencia única que merece la pena repetir.”
“Quienes llevamos años practicándolo —dieciocho en mi caso— soñamos con sobrevolar estos parajes alguna vez, y por fin lo he cumplido.
Se trata de vuelo libre, sin motor, sin ruido, lanzándonos desde las montañas. Hemos volado bastante, a pesar de que el último día llovió. Son 1.000 kilómetros de ida desde Castejón, en el Valle de Benasque, pero ha merecido la pena. En mi caso llevaba algunos vuelos pendientes y he recuperado la media: 12 vuelos en total, aunque alguno del grupo llegó a hacer 15… eso sí, algunas tardes ganó la cerveza y la sobremesa.
Empezamos siendo ocho personas, siete hombres y una mujer. Luego se nos unió un grupo de brasileños y acabamos siendo diecisiete, repartidos en dos furgonetas. Con eso, el buen ambiente estaba garantizado.
Volamos en varios puntos:
- En el Pirineo español, en Castejón de Sos (Collado de Sahún a Plan, Llisat y Liri hasta El Raso).
- En el Pirineo francés, en Bagneres de Luchon.
- En los Alpes franceses, sobre Mieussy, Samoëns y Chamonix.
- Y en los Alpes suizos, en Verbier.
Fue una experiencia inolvidable. Hice amigos de los de verdad —no de los del “feisbu”— y compartir esos paisajes desde el aire une mucho. Nos quedaron pendientes algunos vuelos, como los de Annecy y Saint Hilaire du Touvet, por culpa de la lluvia. Aun así, fuimos a verlos. La famosa “moqueta” de Saint Hilaire nos dejó con la boca abierta. Habrá que volver otro año.”